Un templo en llamas. El incendio del templo de Apolo en el Palatino (Roma). Año 363.

El emperador se despertó inquieto. Había tenido pesadillas la noche anterior, que lo habían dejado en un estado de preocupación. Acudió a los intérpretes de sueños, que le dijeron que tuviera cuidado el día siguiente, 19 de marzo. El emperador en cuestión es Juliano, que dentro de poco iba a empezar su ansiada campaña militar contra los persas. Tiempo después se supo que, durante esa noche, a muchas millas de distancia, en Roma, había ardido el templo de Apolo en el Palatino, una noticia que Juliano, afecto a las viejas costumbres del mundo helénico y romano, habría de lamentar amargamente.

Restos del templo de Apolo en el Palatino (Roma). Autor de la imagen: Daniel Riaño.

Conocemos el episodio gracias a Amiano Marcelino (Hist. XXIII 3.3), el único autor que lo narra. Aquí tenemos la parte final, cuando describe la destrucción del templo:

hac eadem nocte Palatini Apollinis templum praefecturam regente Aproniano in urbe conflagravit aeterna, ubi, ni multiplex iuvisset auxilium, etiam Cumana carmina consumpserat magnitudo flammarum.

Nos dice que esa misma noche (la fecha exacta la ha dado anteriormente), en tiempos de la prefectura de Aproniano, ardió el templo de Apolo Palatino en la ciudad eterna (in urbe aeterna). Añade, además, un dato interesante: de no ser por la ayuda venida de diferentes sitios, las llamas habrían consumido los oráculos sibilinos.

Toda una tragedia para alguien como Juliano, que poco antes, en la misma Antioquía, había sufrido una experiencia similar, con el incendio del templo de Apolo, situado en Dafne, cerca de la ciudad  (22 de octubre de 362). En esa ocasión, no dudó en culpar de los hechos a los cristianos, contra los que tomó medidas de represalia. En el caso del incendio de Roma, no se hace alusión a una posible autoría de los hechos. La dimensión religiosa de estos sucesos fue recogida (y ampliada) por autores cristianos como Rufino de Aquilea; a Amiano Marcelino, estos detalles no le importaban tanto. Su relato incide sobre todo en las consecuencias psicológicas que el incendio del templo de Roma iba a tener para alguien como Juliano, que estaba a punto de emprender una campaña militar para la que necesitaba los mejores augurios.

Por desgracia, no conocemos más detalles acerca del incendio, pero la destrucción del templo parece confirmada por los hechos. La mención a los oráculos sibilinos, tan importantes para la religión y la sociedad romana pre-cristiana, puede sugerir que el incendio afectó también al pórtico contiguo, que albergaba una importante biblioteca de libros griegos y latinos, pero no hay manera de confirmarlo. Ni siquiera se conoce con exactitud la ubicación de ese pórtico, o de la biblioteca; tampoco las dimensiones exactas de un templo que había sido construido en tiempos de César Augusto, muchos siglos atrás. El propio Augusto ordenó que fueran traídos allí los versos sibilinos, en su versión más fiable, para que fueran custodiados como era debido. El templo funcionó también como una de las sedes para las reuniones del Senado.


Inscripción funeraria, con referencia a la biblioteca griega del templo. CIL VI 5188.

Pero los tiempos habían cambiado mucho desde entonces. Juliano era ya una rara avis: nostálgico del mundo helénico y la religión antigua, se empeñó en devolver al imperio a un tiempo que estaba ya en vías de desaparecer. Su muerte, en junio de ese mismo año, truncó de manera prematura cualquier proyecto que tuviera en mente.

Nunca sabremos si Juliano tuvo ese sueño premonitorio, o si por el contrario todo se debe a un juego literario de Amiano, basado quizá en habladurías posteriores en torno a un emperador que se convirtió pronto en la diana de todos los ataques por parte de los autores cristianos, que veían en él la personificación del mal por haber renunciado a la religión en la que había sido educado, la cristiana.

Un autor muy posterior, Juan de Salisbury (siglo XII) nos cuenta que el papa Gregorio I (590-604), conocido también como Gregorio Magno, tomó la decisión de quemar la biblioteca del templo de Apolo con la intención de hacer hueco para las sagradas escrituras (Policraticus, 8.19). La noticia parece bastante poco creíble, y no hay manera de discernir de dónde le pudo llegar, seguramente ya deformada, a Juan de Salisbury. Pero quizá sea el reflejo de alguna realidad que se nos escapa, que tiene que ver con aquel incendio y con lo que le sucedió a la extraordinaria colección de textos que albergaba, perdidos para siempre. Algo que el propio autor medieval, que también era, dentro de los ceñidos márgenes de su época, un nostálgico y un defensor de la erudición grecolatina, también lamentaba.

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Bibliografía:

- Grelard, C., y F. Lachaud, eds. (2015). A companion to John of Salisbury. Leiden/Boston: Brill.

- Quiroga Puertas, Alberto J. (2020). El emperador Juliano: de la historia a la ficción. Ed. Síntesis.

- Rohmann, Dirk (2016). Christianity, Book-Burning and Censorship in Late Antiquity: Studies in Text Transmission. Berlín/Boston: Walter de Gruyter.

Un hispà, o hispana, per terres de Dalmàcia

No sabem exactament com es deia (només es conserva part del seu nom: -ALATIN-), però les poques paraules que s'han preservat de la seua inscripció funerària ens diuen que procedia d'una província hispana, i que va morir als vint-i-tres anys, probablement a l'antiga ciutat de Salona, on es va trobar la seua làpida. Ací tenim el text tal com l'arreplega el CIL (III.9541):


Però la inscripció ens diu alguna cosa més, com veurem al final...

Salona és el nom antic de l'actual Solin, situada a prop de Split, a Croàcia, en el que era antigament la província romana de Dalmàcia. La primera pregunta que cal fer-nos, sense possible resposta, és què hi feia el nostre amic/amiga -ALATIN- (potser PALATINUS, PALATINA, qui sap?) en aquelles terres, tan lluny d'Hispània. Què el va dur o la va dur a la mort tan jove? Qui es va encarregar del seu enterrament?

Podem deduir, això sí, que la inscripció podria datar-se en època anterior a la meitat del segle V, quan l'imperi romà d'Occident encara existia. Una època a la qual estic acostumat; no és casual que m'haja trobat aquesta inscripció enmig de les meus lectures.

Per desgràcia, no existeixen dades sobre el lloc exacte de trobada de la peça o sobre el context arqueològic en què s'inseria. Hui en dia es troba, com tantes altres innumerables peces d'epigrafia trobades a Salona, emmagatzemada en el museu arqueològic de Split.

Ací tenim el text complet que es conserva de la inscripció:

[...]ALATIN

[... vixit a]N[nos] XXIII EX PROV[incia] SPAN[ia]

[si] Q[uis] VELLIT APERIRE

[hanc arcam? et corp]US VEXARE, INFE

[ret...].

Com veiem, hi ha molts paraules incompletes i moltes conjectures, a banda de formes curioses, como ara SPANIA en comptes d'HISPANIA, però sembla clar que la darrera part de la inscripció era una advertència per als que passaven per allí i llegien el text: "Aquell que intente obrir (el sarcòfag) i fer malbé el cos, haurà de depositar (?)...". Ens quedem sense saber la part final de l'amenaça pòstuma del personatge hispà de nom incomplet que algun dia va passar per Salona, on va trobar la mort, i on va deixar per a la posteritat aquest missatge, per altra banda no poc habitual en epigrafia funerària llatina, en forma d'avís a propis i estranys.

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Bibliografia: 

- E. Marin et al. (2010). Salona 4. Inscriptions de Salone chrétienne, IVe-VIIe siècles. Split., pp. 911-912.

- Epigraphic Database Heidelberg: https://edh.ub.uni-heidelberg.de/edh/inschrift/HD064356

Presentación en Madrid

El viernes, 21 de febrero, presentaré mi libro, "Roma 410 AD. Mujeres bajo el asedio", en la librería Áurea Clásicos, de Madrid. A las 19:00.


Presentació a Xàtiva

El divendres 7 de febrer presente el meu llibre, "Roma 410 AD. Mujeres bajo el asedio", a Xàtiva. Ací teniu la informació:

Entrevista en Arde Bizancio

Una grata experiencia ser entrevistado por Gonzalo Soriano para su podcast 'Arde Bizancio'. Hablamos largamente sobre mi libro, "Roma 410 A.D. Mujeres bajo el asedio" (Ed. Rhemata), y sobre la época tardorromana en general.

El podcast puede escucharse en las siguientes plataformas: 

- Ivoox: Enlace.

- Spotify: Enlace.


Roma 410 A.D. Mujeres bajo el asedio

Mi libro ya está a la venta. Si os interesa, podéis adquirirlo en librerías, en la página web de la editorial (ed. Rhemata) o en Amazon. Aquí un poco de información adicional sobre el libro, en contraportada: 

 

El otro día lo presenté, junto a Ángel Narro, en la librería Bartleby de Valencia. Fue una experiencia excelente, en todos los sentidos: por el lugar en que se produjo, por el excelente ambiente que creamos entre todos, y por la satisfacción que siento cada vez que hablo en público de un tema que me apasiona: el estudio de las mujeres tardorromanas.
 

La idea es que haya otras presentaciones en el futuro. Lo iré anunciando en mis redes sociales. 

X: Enlace.

Bluesky: Enlace.

Instagram: Enlace.

Facebook: Enlace


Roma 410 A. D. Mujeres bajo el asedio

Aquí tenemos mi nuevo libro, que ha sido anunciado hoy en preventa por la editorial (Ed. Rhemata). En este enlace tenéis un poco más de información.

Tenemos previsto presentarlo en Valencia dentro de un par de semanas. Iré informando.

 



Roma 410 A.D. Mujeres bajo el asedio

Mi nuevo libro se titula Roma 410 A.D. Mujeres bajo el asedio y es un ensayo de temática histórica publicado por la Editorial Rhemata. Próximamente os daré más detalles: fecha de publicación, presentaciones, etc.

De momento tenemos la portada en esta imagen de la editorial, que recoge las novedades para el otoño: